Jornadas de Memoria Histórica de la Disidencia Sexogenérica en Canarias

Este pasado 21 de octubre de 2025, el municipio de Tefía (Fuerteventura) fue el escenario de las Jornadas de Memoria Histórica de la Disidencia Sexogenérica en Canarias, un encuentro que reunió a asociaciones LGTBI+ de todo el archipiélago, investigadores, activistas y representantes institucionales, entre ellos la Dirección General de Diversidad del Gobierno de Canarias. La jornada se desarrolló en un entorno simbólico y cargado de historia, donde se debatió sobre el pasado y el presente de las identidades diversas en el medio rural.

Las ponencias abordaron temas esenciales para entender la relación entre memoria, territorio y diversidad, reivindicando el papel que los pueblos y las zonas rurales han tenido —y deben seguir teniendo— en la construcción de una Canarias más igualitaria e inclusiva.

Entre las intervenciones más destacadas, el investigador Paulino Ramos Ballesteros, de la Universidad Pablo de Olavide, presentó su estudio “Locas y marimachas de pueblo”, una investigación que profundiza en la memoria y el presente de las disidencias sexogenéricas en entornos rurales. Su ponencia exploró cómo las personas LGTBI+ fueron históricamente silenciadas o estigmatizadas bajo términos peyorativos, y cómo la recuperación de sus relatos constituye un acto de justicia y reparación histórica.

También se presentó el libro “Pueblo chico, ¿infierno grande?”, de Daniasa M. Curbelo, editado por el Gobierno de Canarias, que analiza los factores de riesgo y protección del colectivo LGTBI+ en los entornos rurales de las islas. Esta obra se ha convertido en un referente académico para comprender la realidad actual del colectivo en los pueblos, visibilizando tanto los desafíos como las redes de apoyo que se tejen desde lo local.

Las presentaciones se complementaron con estudios de casos concretos, como el de Rosario Miranda, figura representativa del curanderismo y los cuidados en la comunidad, y Jairo Adrián Hernández, y con una reflexión sobre la diversidad sexogenérica dentro de la Iglesia, a partir de las historias de Chani y Juanito, presentadas por la propia autora Daniasa M. Curbelo.

La jornada incluyó además una ponencia titulada “Existencia: ruralidades en el franquismo”, donde se exploró el papel de las mujeres denominadas en aquel tiempo “marimachos” o “tortilleras”, trabajadoras del campo y mujeres que desafiaron la norma social a través de su independencia y sus vínculos afectivos con otras mujeres. Se analizó cómo el deporte y la vida cotidiana se convertían en espacios de resistencia silenciosa.

El cierre de la jornada, bajo el título “Reflexiones sobre la ruralidad LGTBI+”, sirvió para enfatizar la importancia de reconocer el aporte del mundo rural a la diversidad, denunciar la pérdida de espacios y tradiciones propias —“¡Nos han arrebatado el pueblo!”— y evitar la imposición de modelos urbanos sobre las formas de vida periféricas. Fue un llamado colectivo a la reivindicación del orgullo rural y a la recuperación de la memoria que habita en cada comunidad del archipiélago.

El evento concluyó con un debate abierto y participativo, en el que representantes de distintas islas reflexionaron sobre cómo construir un futuro más justo, reconociendo que la memoria histórica LGTBI+ también pertenece a los pueblos. La combinación del rigor académico, la sensibilidad social y el contexto simbólico de Tefía —antiguo lugar de represión y hoy espacio de memoria y dignidad— hicieron de esta jornada un hito para la historia reciente de la diversidad en Canarias.

Tefía, ayer símbolo de castigo, hoy escenario de reflexión y memoria. Un recordatorio de que la libertad se defiende también desde lo rural.